Minutos antes de abordar el bote, estaba con ese sentimiento que te da cuando vas a reencontrarte con alguien especial. Durante todo el recorrido mientras apreciaba la naturaleza, vino a mi mente una pregunta sobre; ¿qué más le podemos pedir a la tierra? Pensé rápidamente en las excursiones que he hecho por Nicaragua y qué a pasear de que han sido pocas me han dejado maravillada, tenemos tanta belleza natural que no necesitamos edificios ni artilugios para adornar.

Lo tenemos todo con tener el verde del pasto y de los árboles.  De ver cómo si 69283075_2489216344490205_9215150069290893312_ntuviésemos dos cielos por el espejismo del mismo reflejado en cada uno de los ríos, mares, lagos y lagunas.  De saber que lo que vamos a labrar sobre ella, nos lo regresará en abundancia. Y de ver cómo se presta como humilde hogar para todos los seres vivos.

Pero reflexione; ¿qué espera ella de nosotros? En los últimos años hemos visto el sin número de problemáticas ambientales y seguimos manteniendo la misma actitud de indiferencia ante la situación, creemos que todo se va a solucionar solo y lo dejamos en manos de otros.

Hay que ser conscientes de que cada ser vivo que habita en la tierra tiene la gran responsabilidad de cuidarla; hemos sido testigos de cómo los animales que son seres aparentemente irracionales cuidan de ella, ahora, ¿por qué nosotros siendo seres pensantes hacemos los contrarío?

Recordemos que un cambio en lo general, requiere de un cambio en lo particular y se necesita del aporte de cada uno de nosotros por mínimo que sea, si cambiamos de comportamiento podremos ir edificando poco a poco lo que con el pasar de los años hemos destruido. La tierra nos ofrece tanto que lo mínimo que podríamos retribuirle es amor, cuido, protección y conservación.

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